Según el libro diagnóstico DSM-IV-TR, podemos detectar un episodio maníaco cuando:
– Durante al menos 1 semana, el estado de ánimo es anormal por ser elevado, expansivo o irritable.
– Además de sentir el ánimo elevado, se dan las siguientes características:
- Autoestima exagerada o grandiosidad
- Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado tras sólo 3 horas de sueño)
- Más hablador de lo habitual o verborreico
- Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado
- Distraibilidad (p. ej., la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes)
- Aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el trabajo o los estudios, o sexualmente) o agitación psicomotora
- Implicación excesiva en actividades placenteras que pueden producir consecuencias graves (p. ej., enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas).
– La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave como para provocar deterioro laboral o de las actividades sociales habituales o de las relaciones con los demás, o para necesitar hospitalización con, el fin de prevenir los daños a uno mismo o a los demás, o hay síntomas psicóticos.
– Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia ni a una enfermedad médica
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