Según el libro diagnóstico, DSM-IV-TR, una persona padece eyaculación precoz si manifiesta los siguientes síntomas
- Eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración, y antes de que la persona lo desee. Se debe tener en cuenta factores que influyen en la duración de la fase de excitación, como son la edad, la novedad de la pareja o la situación y la frecuencia de la actividad sexual.
- La alteración provoca malestar acusado o dificultades en las relaciones interpersonales.
- La eyaculación precoz no es debida exclusivamente a los efectos directos de alguna sustancia.
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