La reestructuración cognitiva es un técnica de la terapia cognitivo conductual que consiste en identificar los pensamientos negativos que mantenemos con nosotros mismos de forma automática y sustituirlos por otros pensamientos más positivos y adaptativos.
En muchas ocasiones el contenido de nuestro pensamiento es distorsionado, magnificamos lo negativo y puede generar malestar, sufrimiento o tristeza.
El objetivo de esta técnica es estimular al paciente para que altere los esquemas de pensamiento desordenados y se vea a sí mismo y al mundo de forma más realista. De esta forma empezará a sentirse mejor, con mayor seguridad y conseguirá sus objetivos en la vida.
A través del diálogo socrático con el terapeuta, el paciente va aprendiendo que su pensamiento acerca de la realidad que le rodea es poco realista y no le ayuda a adaptarse a las circunstancias. Se muestra cómo determinados patrones de pensamiento le generan emociones dolorosas y a través de un pensamiento más objetivo y más positivo podría sentirse mejor consigo mismo.
Mediante la reestructuración cognitiva el paciente empieza a generar pensamientos alternativos, más positivos y realistas, lo que le permite sentir emociones más positivas y afrontar la situación de forma más adaptativa.