El uso de Internet y de las redes sociales puede mejorar la forma de relacionarnos. Hoy día, tenemos un acceso rápido a todo tipo de información de forma casi instantánea. Sin embargo, en muchas ocasiones, un uso excesivo de estas nuevas herramientas también puede interferir y absorber a la persona limitando su vida social y sus actividades cotidianas más allá del entorno tecnológico.
Especialmente susceptibles a estos problemas son los adolescentes, que debido a su necesidad de relacionarse y expresarse, ven en las redes sociales un entorno en el que pueden comunicarse con mayor libertad. Sin embargo, cada vez más adultos son los que diariamente pasan horas y horas frente a las diferentes redes sociales o navegando por internet.
¿Cuándo se empieza a tener un problema?
- Cuando se pasa más tiempo del que quisieran en Internet.
- Cuando se proponen estar sólo un rato, pero se sorprenden a sí mismo viendo como ha pasado mucho más tiempo.
- Cuando se dedica menos tiempo del que sería deseable a otras responsabilidades, obligaciones o actividades.
- Cuando las relaciones son satisfactorias por la red, pero no lo son fuera de ella.
- Cuando la gente cercana empieza a decirnos que pasamos mucho tiempo en internet.
- Cuando el hecho de no poder conectarme a Internet me genera ansiedad.
- Cuando se miente para ocultar la cantidad de tiempo real que hemos pasado en Internet.
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